El liderazgo de la mujer debe insertarse en temas de seguridad, economía, finanzas, presupuesto y no solamente en aquellos asignados tradicionalmente a las mujeres, destacó Ana Marcela Paredes, Consejera Nacional Electoral y moderadora del evento «Trayectoria de mujeres diversas: educación, política y movimientos sociales», realizado en la Prefectura de la provincia de Imbabura, el viernes 13 de marzo.
«Para ello es preciso que la agenda de las mujeres ecuatorianas contemple como prioridad el acceso al sistema educativo de la mujer rural, el acceso a la toma de decisiones para la formación de los liderazgos, el cambio de esquemas en la cultura política de los partidos y movimientos políticos que deben además enfocarse en el territorio, estos aspectos permitirán lograr mayor diversidad, representatividad y calidad en el ejercicio de la democracia», destacó.
La sociedad necesita de lo urbano y lo rural; hay que pensar en nosotras, valorarnos, amarnos, luchar para sentirnos realizadas, hablar por la comunidad y definir prioridades dijo Luz Haro, Consejera Nacional Electoral suplente y luchadora por los derechos de las mujeres rurales de la Amazonía. Su emotiva participación describió su esfuerzo por lograr la superación personal al tiempo de dignificar la familia paterna-materna, el hogar y la comunidad.
La asambleísta por la provincia de Imbabura, Marisol Peñafiel, destacó en su intervención que la participación de las mujeres fue transversalizada en la Constitución de 2008; recalcó además que en los cuerpos normativos relacionados con el Código Monetario y Financiero, Ley de Recursos hídricos, Ley de tierras y territorios, La Ley Orgánica de Soberanía Alimentaria, y el Código Orgánico Integral Penal, entre otros, buscan hacer política de eficacia para la mujer, como acceso al crédito, a la tierra, al agua y las semillas. «Las mujeres de la asamblea no negociamos sino analizamos en beneficio de la mujer», indicó.
Agustín Delgado, quien apoya la campaña HeforShe impulsado por ONU, señaló que las estadísticas en Ecuador reflejan el alto nivel de violencia hacia la mujer, y la única alternativa es la educación. «Para cambiar la mentalidad, el significado de la autoestima y lograr el espacio que la mujer necesita, debemos comprender que ella no está para asuntos domésticos sino que merece un espacio para sentirse útil e importante, y para ello, los hombres tienen mucho que hacer».
Amelia Erráez, ex alcaldesa de Nabón en la provincia del Azuay, indicó que su larga trayectoria en la lucha por los derechos de la mujer rural, cuando en la década de los 90´ la vulnerabilidad de la mujer rural respondía a su situación de pobreza, analfabetismo y las limitaciones propias de la ruralidad. Erráez describió el potencial humano de Nabón donde el emprendimiento de micro y macro empresas ha alcanzado importantes pasos. «La fortaleza de los logros alcanzados por la mujer en Nabón son irreversibles, destacó.
Rosana Alvarado, Primera Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, explicó que cuarenta y tres de las ochenta y ocho leyes contienen disposiciones contra las formas de violencia para la mujer. Entre otras, destacó la normativa laboral por acoso sexual, participación política paritaria de mujeres, normativa sobre medios de comunicación que prohíbe la difusión de mensajes sexistas, androcéntricos, y una gran conquista la tipificación del femicidio, o asesinato por ser mujer.
Este evento, contó con la participación del Presidente del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo, quien instó a la mujer ecuatoriana a defender la alternancia y la secuencialidad como derechos no negociables al momento de conformar las listas.
Ir al territorio, capacitar y ciudadanizar a los ecuatorianos son los objetivos del nuevo CNE, por lo que la participación de la ciudadanía es fundamental, destacó Mauricio Tayupanta, Consejero Nacional Electoral.
Doscientas cincuenta mujeres representantes de organizaciones políticas y sociales, juntas parroquiales, sector educativo, entre otros, participaron activamente en este conversatorio y tuvieron la oportunidad de expresar sus inquietudes y necesidades.
